La empresa que preside Elías Olmeda censura los frenos al desarrollo de proyectos vitales
La preocupación por el efecto en los cultivos por la ausencia de lluvia ha llegado también a la empresa-cooperativa Champinter, que es uno de los principales motores económicos de La Manchuela y produce más del 50 por ciento del champiñón fresco que se consume en España.
Su presidente, Elías Olmeda, que subrayó la fuerte dependencia respecto de la paja de cereal en su planta de compostaje, afirmó que «podemos llegar a un desabastecimiento si no llueve». Pese a todo, aseguró que la cooperativa está abastecida de compost para este año y mostró su preocupación por las reservas de la próxima campaña.
En este sentido, advirtió que «una de las consecuencias sería aumento de hasta un 15% en costes de lamateria prima que sepercutirá en las explotaciones y podría llegar a ingfluir en el precoi producto».
Champinter, ubicada en Villamalea, ha hecho de la economía circular su motor productivo, consideró que el champiñon es compañero ideal para crear economía circular, devolviendo al campo las materias primas utilizadas previamente en la generación de sustrato. «Nuestro modelo de gestión cooperativa implica esta economía circular; ya que recogemos el producto del campo, lo procesamos y manufacturamos y el producto final lo reconvertimos en abono para el campo».
Por otro lado, Elías Olmeda destacó también que la empresa ha previsto producir champiñones en 11 ciclos en vez de ocho, «para poder producir el cultivo en tres días cuando antes se necesitaban más de 35, todo ello gracias a la innovación tecnológica», añadió. En cuanto a los productos finales en el mercado «trabajamos -dijo- en cuartas gamas y vamos a iniciar las quintas gamas» que implica la producción de artículos listos para consumir.
Frente a las cuartas gamas que son productos ya preparados, frescos limpios, troeeados y envasados para su consumo, las quintas gamas presentan platos elaborados, cocinados y envasados para su distribución. «Las quintas gamas son platos ya cocinados con champiñones, queso y jamón y diferentes especias, que pueden ir al microondas para que en pocos minutos estén listos para consumir», explicó el presidente sobre estos artículos que en poco tiempo estarán en los lineales de los establecimientos.
Finalmente, Olmeda se refirió a las cuestiones urbanísticas que frenan el progreso de Champinter. Para avanzar en estos proyectos es esencial «poder crecer en instalaciones y modernización», aseguró Olmeda quien indicó que es necesario contar con una reserva de suelo industrial «que ahora no tenemos», al tiempo que recalcó que «la normativa urbanística debe facilitar que los socios puedan construir naves primarias».
«No podemos seguir desarrollando cuartas y quintas gamas del producto -manifestó- mientras no se resuelvan determinadas cuestiones que afectan al polígono industrial y aunque van por buen camino, impiden de momento que se puedan desarrollar estos proyectos que para nosotros son vitales».
En este sentido, Olmeda dijo que la cooperativa trabaja duro y se mostró esperanzado, aunque consideró que los trámites burocráticos «no deberían ser un lastre para las empresa». Advirtió además la necesidad de «potencia eléctrica para poder desarrollar el polígono industrial» y señaló que la falta de suministro podría retrasar los proyectos.